Estaba el otro día en una especie de reunión familiar, recordando los "viejos tiempos" y las travesuras que solíamos hacer de niños. Tengo que admitir que siempre fui una niña, digamos.. muy "inquieta" y que prácticamente me gane el titulo de la OVEJA NEGRA por siempre sacarle canas de colores a mi abuelita o cualquier otra persona que estuviera a cargo del cuidado de los niños (primos) en ese momento. :D
Total que me acuerdo claramente de una travesura en particular y decidí compartirla.
Como es de esperarse, si hay niños en la casa, las pastillas, sedantes o cualquier medicamento deben "mantenerse alejados de los niños" porque podría ser peligroso. Estando en la casa de mi abuelita, me acuerdo de estar con dos de mis primas, ambas menores que yo, así que básicamente yo era la que estaba al mando de la travesura. :P
Como ya estaba aburrida de los juegos de muñecas (nunca me gustaron mucho para ser honesta), entonces me decidí a hacer algo "mas aventurero" y me metí al cuarto de mi abuelita. Empece a buscar sin saber exactamente qué, en su mesita de noche y por todos lados hasta que encontré algo interesante: LA CAJA DE LAS PASTILLAS. Ahí, mi abuelita las guardaba todas!! Me sentí como los piratas cuando encuentran el tesoro! XD
Así que se me "ilumino el bombillo" y salí corriendo a escondidas con mi TESORO. Nos encerramos -mis primas y yo- en el cuarto donde nos mandaban a hacer "la siesta" y dije: "Niñas, jugamos a la doctora y las enfermas?". Como yo era la mayor, decidí que yo seria la doctora, así que empezó el juego.
Cada una iba en fila, esperando ser atendidas. Iban con sus hijos, sus hermanos (las muñecas también participaron en el juego XD). El asunto es que por cada "malestar" yo les daba agua y cualquier pastilla de la caja. Y una vez "curadas" volvían a hacer la fila con un malestar diferente y así, yo les daba otra pastilla.
- Doctora, me duele la cabeza.
(La doctora anota cualquier garabato en un cuaderno y con cara muy seria y muy profesional)
- No se preocupe, tómese esta pastilla y vuelva el miércoles.
- Doctora, mi hijo tiene fiebre y a mi me duele el estomago.
- Tómese esta pastilla y a su hijo le vamos a poner una inyección.
Y así el juego iba por no se cuanto tiempo. Hasta que que me percate de que quedaban muy pocas pastillas en la caja, así que suspendimos el juego para no acabárnoslas todas.
Como yo recién entraba a la escuela, entonces deje a las niñas en el cuarto y me fui a hacer tareas. Cuando las terminé, corrí al cuarto para seguir jugando cuando me encontré con una imagen tan "aterradora" que no se me va a olvidar NUNCA. Mis primas estaban tendidas en la cama heladas, como muertas y las más pequeña, estaba de un color digamos.. morado? Y expulsando espuma de la boca. O.O
Bueno, bueno, no me juzguen! Yo también era una niña pequeñita y a esa edad uno no mide las acciones porque no sabe de las consecuencias. Así que mi primer reacción fue correr a intentar despertarlas. Pero no despertaban O.O Me comencé a poner nerviosa y la verdad estaba asustadísima. No por lo que les pasaba a mis primas -porque ni yo sabia exactamente que era-, sino porque ya venía adivinando la "zarandeada" que me iban a dar -con justa razón- si se daban cuenta que por jugar con las pastillas, mis primas no se despertaban.
Como pasaban los minutos y a pesar de todos mis esfuerzos ellas sencillamente no despertaban, entonces decidí que si ellas se morían, a mi no me iba a ir nada bien. Y dije, que si ellas morían por mi culpa, entonces yo también me moría con ellas! Salí volando al cuarto de mi abuelita a tomar algunas pastillas de las que quedaban y me las tomé. Me quede recostada junto a mis primas esperando la muerte.
Mi abuelita, estaba un tanto extrañada del silencio sobrenatural que había. Generalmente siempre que jugábamos hacíamos mucho ruido, pero esta vez, todo ea silencio. Así que ella se levanto de su silla a ver que pasaba, cuando nos encontró en la cama! Las dos niñas, como muertas y yo, en la cama fingiendo mi muerte también.
Se volvió loca! Empezó a gritar desesperada, aterrada. Y ya no pude seguir fingiendo, asi que abri los ojos y llorando le conte lo que habia hecho. Corrió a la cocina a buscar leche, inentando hacer que bebieran un poquito por lo menos, con la esperanza de que eso ayudara. Pero era en vano. Asi que me dejó a cargo de la señora que vivia en frente de su casa y llamo a los papás de mis primas. Tomo un taxi con las niñas pidio ayuda para meterlas al carro- y salieron directo al hospital. Ahi, les hicieron algun lavado o algo por el estilo.
En resumen, no se asusten. Ellas NO murieron afortunadamente. PERO, yo no me equivoque, me dieron uuuuuuna zarandeada de las EPICAS, pero igual y yo sabia que me la merecia. Llore de alivio por saber que las niñas estaban bien despues de todo. A mi? A mi no me dio absolutamente nada con la cantidad de pastillas que tome. Supongo que tiene algo que ver con la adrenalina que tenia o no se, pero no me dio nada de nada.
Así que, bueno, esta es una de mis tantas experiencias -tengo muchísimas mas- y estoy considerando escribirlas todas XD Hasta me voy a hacer un libro únicamente de las travesuras de niña. JAJAJA BROMA!
La verdad, después de ese día, quedé con una especie de trauma con las pastillas y los medicamentos en general. Detesto las pastillas y las tomo muy rara vez. Así que ya saben, a mantener las pastillas alejadas de los niños!! Todo salio bien esta vez, pero pudo no haber sido asi. :( Asi que, mucho ojo con los niños y las pastillas! O.o
O.O Ahora ya sé de dónde viene tu locurita XD
ResponderEliminarHahahaha creo que la razon de mi locura se explica en otra de las publicaciones :P Hahahaha
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